El estrés es un mecanismo de huida que se activa cuando no podemos hacer frente ciertas situaciones. En los últimos años, hemos visto como las recetas de los famosos depresores del sistema nervioso central han aumentado para hacer frente a este trastorno, pero ¿sabías que hay una forma natural de tratar el estrés? Descubre qué son los adaptógenos y para qué sirven.

Qué son los adaptógenos

Los adaptógenos son una serie de hierbas que, por lo general, se suelen consumir en formato polvo o en cápsulas que facilitan su ingesta, por lo que es muy sencillo incorporarlos en tu rutina.

Su origen se remonta al siglo XX, concretamente, a la Guerra Fría. Nicolai Lazarev fue un científico ruso que dedicó su vida al estudio de diferentes elementos que hicieran a la población más resistente, eficiente y saludables. De esta forma, el soviético se percató de que en la composición de determinadas plantas se encontraban ingredientes que lograban estimular y aumentar la productividad de las personas, aún en situaciones altamente estresantes.

Los adaptógenos son sustancias naturales que tiene la capacidad de normalizar las diferentes funciones del cuerpo, de ahí que su consumo este indicado en situaciones de estrés y ansiedad. Una de sus principales cualidades es que no inhiben al sistema nervioso, sino que lo estimulan. Los adaptógenos favorecen una resistencia generalizada ante condiciones extremas. De hecho, su efecto es similar al del ejercicio físico continuo.

Para qué sirven los adaptógenos

Estas hierbas no tienen un único propósito. Como su propio nombre indica: los adaptógenos se adaptan a lo que el cuerpo humano necesita y trabajan para restaurar los niveles adecuados. Se trata de sustancias seguras que ponen en marcha el sistema de defensa y ayudan al organismo a adaptarse a las situaciones de estrés, minimizando su impacto.

Se dice que un medicamento es adaptogénico cuando es capaz de generar un equilibrio óptimo, tanto en condiciones normales como en aquellas que pueden producir estrés en nuestro organismo. Es muy frecuente que los deportistas de alto rendimiento consuman adaptógenos en su día a día y para tratar diferentes lesiones o dolencias.

Cómo funcionan los adaptógenos

Múltiples estudios farmacológicos y clínicos han demostrado que los adaptógenos intervienen en el organismo para aliviar los síntomas del estrés. Además, estimulan la producción de dos sustancias fundamentales que están involucradas en numerosos procesos fisiológicos: el neuropétido Y y la proteína de choque Hsp72.

Se ha demostrado que una mayor producción de estas sustancias, reduce la respuesta al estrés y tienen un efecto antioxidante, evitando que las células se dañen. Esta doble acción es la razón de su eficacia para calmar los efectos negativos del estrés.

6 Beneficios de los adaptógenos

• Restablecer y optimizar la energía física y mental
• Mejorar la resistencia física y mental
• Combatir los efectos de la falta de sueño
• Mejorar la memoria y la percepción
• Aliviar la ansiedad y la depresión leve
• Antioxidante

Los adaptógenos tienen infinidad de beneficios y es importante saber que no actúan sobre un orgánico específico, sino sobre todo el organismo. Estas sustancias no tóxicas permiten aumentar nuestra resistencia y regular diferentes funciones de nuestros organismo. Son elementos generadores de salutogénesis que nos permiten alcanzar un estado de salud óptimo, apoyando las funciones metabólicas habituales e incrementando la resistencia del organismo y el sistema inmunitario.

Los adaptógenos se suelen recomendar para tratar el estrés debido a su capacidad de activación de los mecanismos de la alostasis, el proceso mediante el cual el organismo consigue recuperar su estabilidad cuando se somete a situaciones con un determinado nivel de exigencia.

Plantas con componentes adaptógenos

Ashwagandha

Las referencias a esta planta en la medicina ayurvética son milenarias, tanto en su forma simple como combinada con otras hierbas. La ashwagandha tiene efectos antimicrobianos, antiinflamatorios, antitumoraes, neuroprotectores, ansiolíticos, cardioprotectores y antidiabéticos. Pero los estudios sobre esta planta van más allá del uso tradicional de su raíz, ya que nuevas vías de investigación defienden sus poderes quimioterápicos.

Bacopa

Esta pequeña planta con flores de color blanco, azul o violáceo y hojas carnosas es un fabuloso adaptógeno cuyo consumo se remonta más de 3000 años atrás. En los últimos años, los estudios realizados con la bacopa han demostrado numerosas propiedades, como su carácter adaptógeno que permite aumentar de una forma natural la resistencia al estrés y reducir la fatiga mental. Además, su consumo está indicado para mejorar funciones cognitivas como la memoria y la concentración.

Ginseng coreano

También conocido como ginseng rojo, el ginseng coreano es uno de los mejores complementos alimenticios para tratar el cansancio y la fatiga, de ahí que su consumo sea muy frecuente entre los deportistas. Este adaptógeno procede de una raíz originaria de China y cultivada en Corea y se suele consumir en cápsulas, té, ampollas o polvo. La dosis recomendada es de 800mg al día y, tras 3 meses, se recomienda suspender temporalmente su consumo, debido a su carácter estimulante.

Maca

La maca es una planta que crece en las altiplanicies de la Cordillera de los Andes. Este tubérculo se emplea para fabricar medicamentos y se emplea para tratar la infertilidad masculina, los efectos de la menopausia, el aumento de deseo sexual y otros fines.

Maitake

El consumo de este hongo originario de Asia se ha popularizado en los últimos años, pero la medicina tradicional china y japonesa lo han utilizado desde hace siglos. Los estudios sobre el maitake han demostrado que produce una mejora significativa en el sistema inmunológico, su efecto antidiabético e incluso antitumoral.

Moringa

La moringa oleifera también es conocida popularmente como el árbol milagroso, el árbol de la vida, el árbol del aceite de ben o él árbol de rábano picante. Durante siglos se ha utilizado por sus propiedades medicinales y sus múltiples beneficios para la salud. Además, también tiene propiedades antimicóticas (prevención de hongos), antivirales, antidepresivas y antiinflamatorias.

Reishi

Este hongo se utiliza para tratar problemas del sistema inmunológico y circulatorio o enfermedades como el cáncer, el Alzheimer, la diabetes, el herpes labial y muchas otras condiciones, a pesar de que no existe una evidencia científica.

Rhodiola

Esta planta adaptógena conocida como la Raíz de Oro crece en zonas frías y de gran altura en Europa y Asia. Tiene infinidad de beneficios entre los que podemos destacar el aumento de energía, equilibra el estado de ánimo, combate la fatiga intelectual...

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